Título: Nave extraterrestre con tripulante rondando

A lo lejos, en el cielo nocturno sin luna, una silueta metálica cruzaba lentamente el firmamento. No emitía sonido alguno, pero su presencia se sentía en la piel, como electricidad suspendida en el aire. Era una nave. No una de este mundo.

Los pocos que la vieron aquella noche aún no saben si fue real o producto de un desliz de la realidad. La nave no volaba como un avión. Se deslizaba, casi flotando, girando sobre sí misma como si explorara algo. Como si buscara… a alguien.

Pero lo más inquietante no era la nave en sí, sino la figura que se veía a través de una escotilla iluminada. Un tripulante. Alto, delgado, de ojos inmensos que brillaban como el hielo bajo el sol. No parecía observar, sino estudiar. No era una visita. Era una vigilancia.

Desde aquella noche, los animales se agitan sin motivo, los relojes se detienen a las 3:33 a.m., y en los campos se han hallado marcas circulares perfectas que nadie puede explicar. ¿Era una advertencia? ¿Un experimento? ¿O simplemente el principio de algo más grande?

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